Los hoteles boutique son una opción para
hospedarse bajo una dinámica muy diferente a los grandes resorts.
Estos inmuebles se especializan en ofrecer atención personalizada,
cocina gourmet y estándares de alta calidad en habitaciones y
servicios.
Con propiedades ubicadas en la ciudad de Puebla, el Mesón de la
Sacristía de la Compañía son dos hoteles boutique de alto lujo,
pero a diferencia de otros de su misma categoría, el inmueble opera
bajo el modelo de negocio de franquicia.
Leobardo Espinosa, director general, explica que la marca se
encuentra en una etapa de expansión, ahora hacia la ciudad de
Oaxaca, pero con la posibilidad de asentar más propiedades en
ciudades coloniales como Zacatecas, Guanajuato, Morelia y
Campeche.
“Son hoteles temáticos asentados dentro de casonas coloniales. Esa
es su esencia principal, darle al huésped una auténtica atmósfera
de otra época, con una decoración con piezas originales, muebles,
por ello es necesario que se encuentren en este tipo de
construcciones”, indica.
Uno de los aspectos que hace diferente a este hotel, es que en sus
habitaciones se encuentran a la venta piezas coloniales de
colección, de modo que el huésped podrá comprarla si es de su
agrado. De igual forma existe un salón galería, donde se exhiben
objetos con valor histórico, como pinturas, cristos de madera,
vajillas y otras reliquias.
“La venta de antigüedades es bien aceptada, porque somos uno de los
pocos distribuidores del país en trabajar con piezas auténticas
desde Puebla. El 70% de los huéspedes se lleva una pieza de su
habitación o de la galería”, afirma Espinosa.
La otra propiedad tiene el nombre de Mesón Sacristía de Capuchinas,
que es integrante de la marca Hoteles Boutique de México y es
considerado como uno de los mejores espacios de hospedaje de
Puebla.
Franquicia
El director explica que ya hay candidatos a tomar la franquicia,
misma que tiene un costo de entrada de 300 mil pesos.
“Tiene que estar dentro de una casona colonial y que tenga espacio
de seis a 12 suites, un restaurante y la galería. La remodelación
corre a cuenta del franquiciatario, pero consideramos que el monto
total de la inversión oscila entre dos y cinco millones de pesos”,
señala Espinosa.
La empresa estima que el retorno de inversión está calculado entre
dos y cuatro años. Se cobran regalías de 5% de las ventas totales
mensuales y un fondo de publicidad de 3 por ciento.
“La ocupación se encuentra siempre llena todo el año, ya que este
tipo de hoteles son muy solicitados por viajeros extranjeros,
hombres de negocios y turistas de alto poder adquisitivo”.
Su restaurante, La Compañía, es parte fundamental en el éxito del
hotel, ya que se especializa en alta cocina regional poblana. Ha
sido acreedor al distintivo M desde 2004, el cual se otorga a
establecimientos que cumplen normativas estrictas de calidad en sus
procesos.
Fuente empresas y empresarios.com