El cartel de no hay dinero, que colocan las entidades financieras ante la solicitud de un crédito, ha obligado a las franquicias a imaginar fórmulas para que la financiación no sea un problema a la hora de abrir un nuevo establecimiento. Así lo ha hecho Pressto. La enseña de tintorerías, con 255 puntos de venta en España y 265 en el mundo, deja el dinero a los franquiciados, que ya cuenten con uno o varios establecimientos de la firma, para abrir más tiendas. “Hemos visto que este año cerca del 25% de las nuevas operaciones se ha caído por falta de financiación y otras se han retrasado. Por eso, para los franquiciados que quieran ampliar su negocio, hemos creado programas de financiación. No es un programa generalizado, es una respuesta a la coyuntura”, apunta Carlos Vidal, consejero delegado de Pressto. En 2008, la firma de tintorerías registró doce nuevas aperturas en España y 33 en todo el mundo, mientras que en ese mismo periodo echaron el cierre quince establecimientos españoles. Condiciones Poner en marcha un establecimiento de esta firma cuesta entre 80.000 y 120.000 euros; el 75% de esta inversión se debe al precio de la maquinaria.
Santiago Barbadillo, director general de la consultoría de franquicias Barbadillo & Asociados, señala los aspectos más débiles de esta salida a la crisis: “El franquiciador no sabe organizar modelos de financiación y corre varios peligros, entre ellos, que no le devuelvan el préstamos concedido. Por otro lado, puede caer en hacer agravios comparativos entre los franquiciados al financiar a unos sí y a otros no. Esta situación se puede volver como un boomerang contra el franquiciador”. Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores, recuerda que la fórmula de apoyar financieramente las nuevas aperturas a los ya franquiciados se utilizó en la crisis de los noventa. “Lo realizaron con éxito firmas del sector de la restauración. Creo que es un detalle inteligente por parte de las enseñas, pues así se logra no retrasar la apertura de establecimientos. Con todo, esta medida sólo la podrán aplicar los franquiciadores que tengan capacidad financiera”. Una situación que, como los expertos del sector reconocen, no es las más generalizada. Intermediarios
Hace sólo un año, bastaba con tener el 30% de capital pero, entonces, había más flujo de caja”. Además, Tormo apunta a una tendencia en el sector de rebajar las exigencias de derechos de entrada. “Ahora son menos las necesidades de inversión inicial y en la parte financiera, se flexibilizan los pagos de los stocks”. Cuatro ejercicios para acomodarse a las
nuevas condiciones de financiación Si, transcurrido este tiempo, el franquiciado no estuviera satisfecho con los beneficios obtenidos, la enseña le devolvería el 100% de la inversión inicial. Esta cantidad también ha sido reducida hasta 15.000 euros. Lo mismo por menos Eduardo Tormo, presidente de Tormo & Asociados, apunta que, con la actual crisis, las enseñas están reduciendo sus exigencias para abrir sus franquicias, “desde el requerimiento de una menor inversión inicial, hasta la posibilidad aplazar los pagos”. Tiendas más pequeñas Acuerdos con bancos |