En poco tiempo será posible aprender kungfu sin
necesidad de ir hasta el Templo de Shaolin, en la central provincia
china de Henan, ya que éste abrirá varias
franquicias en la provincia de Yunnan
(suroeste).
Shi Yongxin, abad del famoso templo, fundado hace unos 1.500 años,
dijo a la prensa que aplicará el sistema de
franquicia en cuatro templos de 2.000 años de antigüedad
en Yunnan.
Shi enviará monjes de Shaolin a dichos monasterios, cuyos ingresos
y donaciones originados por la actividad comercial irán
directamente al templo principal.
Shi dijo que el período de vigencia del sitema será de 20
años.
"Nuestro modelo de administración se centra en la cultura, las
artes marciales, la educación, y las actividades caritativas, y el
Budismo Zen, y esperamos que esto ayude a aumentar la popularidad
de estos antiguos establecimientos religiosos", dijo Shi.
El abad se ha ganado el sobrenombre de "monje CEO", por su
inclinación a administrar el templo como una empresa. Durante su
período como máximo líder, Shaolin ha sido llevado a la pantalla
grande y ha entrado en el mundo del comercio electrónico y los
espectáculos de kungfu.
Sin embargo, su más reciente estrategia provocó duras críticas y en
general ha sido recibida de forma negativa por los internautas
chinos.
"El templo ha sido degradado a una empresa", dijo un forista de
Henan.
Shi, por su parte, dijo que no considera que la "cadena de
franquicias" sea una idea demasiado comercial. "Hice todo
esto a invitación del gobierno de Yunnan", explicó el monje a
Xinhua.
De otro lado, sus partidarios coincidieron en que la apertura de
sucursales es una buena forma para desarrollar el Templo de Shaolin
en una sociedad como la actual, que es amante de las marcas
comerciales, y también dijeron que la operación comercializada
ayuda a proteger y a divulgar el kungfu chino.
Xinhua.
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