JOSÉ HERNÁNDEZ Amelia González
(Madrid, 1965) lleva cerca de 30 años en el sector de los
complementos de moda y apuesta por el modelo de negocio de las
franquicias. De hecho, su empresa Createsse ya tiene una decena de
tiendas franquiciadas en ciudades como Valencia, Madrid o
Toledo.
No es necesario montar una empresa de manera independiente. También
se puede hacer a través de una franquicia, un modelo de negocio en
auge del que hablará Amelia González hoy, dentro de las ponencias
del Día de la Persona Emprendedora, que se celebra en el Campus
Universitario de Lorca.
¿Cuáles son las ventajas de entrar en una
franquicia?
Normalmente las franquicias son negocios que ya han demostrado
que funcionan. Montar una empresa franquiciada te permite saber que
formas parte de algo que ya ha dado sus frutos, de una empresa que
te va a ayudar a solucionar los problemas que puedan surgir en
conjunto con el resto de los franquiciados.
¿Es un proceso sencillo?
Es lo más fácil del mundo. Al fin y al cabo, es un acuerdo entre
dos partes. Si están de acuerdo, no hay mucho papeleo. Además,
formar parte de una franquicia te quita algunas de
esas pequeñas tareas administrativas que suelen quitarte bastante
tiempo.
Algún inconveniente tendrá también, ¿no?
La franquicia siempre
te marca una línea a seguir, una forma de hacer las cosas y de
gestionar tu empresa. Hay muchos empresarios que no pueden
manejarse dentro de estas condiciones, que prefieren ir por libre y
hacer las cosas a su manera, sin limitaciones. Por eso antes de
firmar nada hay que tener claro que lo que te ofrecen es lo mismo
que quieres.
¿Cree que es un buen modelo de negocio para capear la
crisis?
Entrar en una franquicia es apostar a caballo
ganador. Muchas empresas tienen una buena idea que explotar, pero
se ven obligadas a cerrar porque no han sabido manejar otros
aspectos de los negocios en los que pertenecer a una franquicia
puede ayudar. No todo el mundo sirve para esto, pero sin duda es un
buen modelo de negocio.
¿Cuáles son las empresas más habituales en el
negocio?
Son más frecuentes en moda y hostelería, que son los sectores más
propicios para este modelo.
¿Y cómo empezó usted en este campo? ¿Qué la movió a
convertir su empresa en una franquiciadora?
Fue por pura casualidad. Había un hueco en el mercado y monté mi
propia tienda de diseño de complementos y abalorios. Luego alguien
me comentó la posibilidad de convertirla en franquicia, y cuando lo
estudié a fondo me pareció una buena idea.
¿Y cómo les afecta la crisis?
En nuestro sector no estamos siendo muy afectados, al menos en lo
que a mi empresa atañe, ya que nos adaptamos al cliente, creando el
producto a su medida. Es el cliente el que decide el diseño que
quiere para su complemento y el precio que está dispuesto a pagar,
lo que lo hace muy flexible.
¿Qué consejo le daría a un emprendedor que quiera montar
una empresa?
Lo primero es tener una idea a desarrollar, tener muy claro lo que
quieren hacer y estudiar las posibilidades que existen en el
mercado. Además, es muy importante buscar la ayuda de otras
personas, porque uno no puede saber de todo, y otros profesionales
pueden ayudarte en los aspectos que manejes menos. Y por supuesto,
les diría que se planteen entrar en una franquicia.