La Madrileña, empresa hostelera especializada en tapas y
cervezas, cuenta con dos modelos de franquicia para la expansión
nacional de su concepto de negocio:
Cervecería: este modelo requiere unas dimensiones mínimas de 100
metros cuadrados y su actividad se centra principalmente en la de
una cervecería tradicional, con una amplia carta de tapas y
raciones. Los productos no precisan casi elaboración, por lo que
las necesidades de personal serán mínimas y el local no necesita
salida de humos. La inversión de es de unos 250.000 euros.
Cervecería-restaurante: en este caso el local tiene que tener
200 metros cuadrados aproximadamente, ya que existen dos zonas
diferenciadas, la de cervecería y la de restaurante. La oferta
gastronómica de este modelo es más amplia y su inversión gira en
torno a 335.000 euros.
Después de varios años de experiencia en el marcado, un
consolidado proyecto de franquicia y un análisis en profundidad del
marcado, La Madrileña ha considerado que este sistema es el mejor
para desarrollar su concepto de negocio en nuestro país. Asimismo,
se trata de una medida para adaptarse a la coyuntura empresarial
actual que presenta diversos tipos de inversor.
La enseña apuesta por un franquiciado con espíritu emprendedor,
familiarizado con la atención al cliente y con capacidad para
gestionar un equipo. De esta manera espera abrir tres
establecimientos en el presente ejercicio.
La Madrileña se presenta como una alternativa a los conceptos
convencionales de restauración. Su modelo de negocio es una réplica
de las cervecerías castizas, en el que sus responsables han
establecido tres principios fundamentales para alcanzar el éxito de
negocio: calidad en el servicio, ambiente agradable y cocina
tradicional sana a precios muy competitivos.
Fuente:franquiciashoy.es
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