Se trata de autoempleo y empleo que cumplen con
todas las características de una plaza calificada y formal, es
decir, son profesionistas, especializados en su ramo y con una
experiencia promedio de cuatro años en su área de operación,
explica Ricardo Castañeda, coordinador de
incubadoras de empresas de la Red Nacional de
Incubadoras de Empresas.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Incubadoras de
Empresas, de la Secretaría de Economía (SE), al menos 45
por ciento de los empleos que se crean a través de las incubadoras
y aceleradoras de empresas son calificados, principalmente mediante
las empresas de mediana y alta tecnología.
Por ejemplo, 95 por ciento de los empleos que se generan a través
de las incubadoras de negocios del Instituto Politécnico Nacional
son calificados, con grado de licenciatura, maestría y, en algunos
casos, doctorado; mientras que el 5 por ciento restante son
empresarios de nivel educativo inferior.
Por ello, el Gobiero federal le está apostando al empleo de calidad
con el crecimiento de su red de incubadoras y aceleradoras de
empresas.
Hoy, México tiene una red de 400 incubadoras de empresas y en
proceso de constituirse están 50 más, además de una red de ocho
aceleradoras.
Con un proyecto con perspectiva hacia 2012, el Gobierno planea
contar con 550 incubadoras, las cuales generarán 15 mil empresas al
año con cuatro empleos calificados en promedio.
Funcionarios y consultores Pyme aseguraron que esta es la clave
para generar empresas y empleos que contribuyen al Producto Interno
Bruto (PIB), y con ello cambiar la estructura productiva del País,
donde 97 por ciento de las firmas son microempresas de
subsistencia.
Entre las características de la estructura productiva del País
destacan: baja calidad de productos y servicios, escasa
capacitación, baja recaudación fiscal, bajos salarios y
prestaciones, bajo margen de utilidad, diseño obsoleto y se vende a
precios "baratos", señala un estudio del Instituto Mexicano de
Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y el Instituto Tecnológico de
Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
"Las Mipymes está ubicadas en áreas de negocios tradicionales, poco
innovadores y de baja tecnología", apunta Alejandro González
Hernández, director ejecutivo de Financiamiento y Aceleradoras del
Sistema Tecnológico de Monterrey.
Modelo probado
El modelo de las incubadoras y aceleradoras de empresas es la clave
para que los negocios sobrevivan y aporten valor agregado. Así
funciona en Estados Unidos, donde cuentan con la red de incubadoras
más grande del mundo, con 4.6 incubadoras por cada millón de
habitantes y una tasa de sobrevivencia de empresas de casi 90 por
ciento.
Es un modelo de éxito probado, que consta de cuatro procesos
básicos para convertir una idea en un negocio con 80 por ciento de
probabilidades de sobrevivir después del segundo año de operación,
y 90 por ciento de éxito bajo el formato de franquicias.
Todo dependerá del producto o servicio que se pretenda poner u
ofrecer al mercado, pero los cuatro pasos son los siguientes: El
plan de negocios, la asesoría en mercadotecnia, la ayuda con un
crédito público o privado y el enfoque del negocio hacia el
comercio exterior.
Mientras que un emprendedor que abre su negocio de manera
independiente, sólo tiene 20 por ciento de probabilidades de
sobrevivir.
Con el modelo de las incubadoras y de las franquicias, el Gobierno
le apuesta a crear nuevos empresarios, a generar empleos
calificados y empresas exitosas.
El subsecretario para la Pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría
de Economía, Heriberto Félix Guerra, asegura que el modelo de las
incubadoras y el de las franquicias es el
mejor antídoto para acabar con la mortandad de las
empresas, así como también, para aportar valor a la economía.
"Tenemos un par de antídotos (las incubadoras y las
franquicias), y también tenemos un nuevo
instrumento apoyado por las universidades públicas y privadas en
todo el País, México Emprende, que dará asesoría y capacitación a
las Pymes que ya están establecidas, así como promoverá el espíritu
emprendedor", señala el funcionario.
Y este proyecto forma parte de una política global de Pymes, que
busca unificar todos los programas de apoyo a las Pymes, empezando
por el financiamiento, que ahora será acompañado por la consultoría
y asesoría.
El Programa Emprende tiene como objetivo promover
e impulsar en los mexicanos la cultura y el desarrollo empresarial
que resulten en la creación de más y mejores micro y pequeños
negocios a través de la Red Nacional de Incubadoras de
Empresas.
El programa comprende la Campaña Nacional de Emprendedores, el
Programa Emprendedor en todas las instituciones de educación media
y superior, la creación de empresas de mayor valor agregado y con
una mayor tasa de sobrevivencia y la creación y consolidación de
Incubadoras de Empresas.
En todo el País, esto se traduce en fomento de la cultura
emprendedora, campañas de sensibilización para fomentar el espíritu
emprendedor, atención personalizada a cada uno de los emprendedores
que acuden a las incubadoras, además de la presencia de estos
esquemas en cada una de las entidades federativas.
Así como servicios especializados para la creación de empresas
tradicionales, de tecnología intermedia y alta tecnología.
Hoy, la Red Nacional de Incubadoras de Empresas
crea aproximadamente mil empleos al año. Desde 2004 a la fecha han
logrado mil 380 nuevas empresas y 4 mil 140 empleos.
Cosette Oropeza, directora del Instituto Pyme, destaca la necesidad
de destinar mayores recursos a las incubadoras de mediana y alta
tecnología, porque es a través de estas unidades donde se generan
los empleos de mayor calidad en el País.
"(Los empleos) Mínimo tienen licenciatura y maestría, sobre todo
por la especialización y el enfoque de las empresas que se crean",
apunta la consultora.
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