El “Molino anaranjado” mejor conocido como “Orange
Mill”, franquicia americana de reciente apertura en esta
capital, surgió como una inquietud personal del joven empresario
Roberto Zuzuárregui de ofrecer un concepto familiar diferente en
cuanto a comida y servicio se refiere.
La visión empresarial la compartió con sus dos amigos, Alexis
Samaniego y Ricardo León, arquitecto y administrador de empresas
respectivamente, Roberto es licenciado en Comercio
Internacional.
“La historia empezó hace un año, en noviembre porque vi que unas
amigas iban a abrir una franquicia, que había facilidades y no
necesariamente tenías que tener un millón de dólares para acceder a
una”, relató Zuzuárregui González.
Luego de analizar varias opciones, unir voluntades y el recurso de
inversión, decidieron abrir “Orange Mill” al coincidir los tres
jóvenes emprendedores que en Hermosillo existía
todavía un “hueco” entre los restaurantes muy formales (caros) y
los muy casuales.
De ahí en adelante inició lo que cambiaría radicalmente las vidas
de estos emprendedores, al menos de Roberto y Alexis ya que Ricardo
radica en otra ciudad.
Iniciaron la construcción del restaurante en marzo de este año y
terminaron una semana antes de inaugurar: El 28 de agosto.
“Los precios que nosotros manejamos no son tan caros como
‘Applebee’s’ pero no son tan baratos como el ´ Chiltepinos’
buscamos un mercado diferente al de los dos, desde niños hasta
personas de la tercera edad vienen con nosotros”, explicó.
EL IMPARCIAL.