El interés por enseñar
idiomas fue útil para comenzar su propio
negocio.
Ivonne y Karina Castro, de 33 y 27
años respectivamente, dirigen Quest, una institución que imparte
cursos de inglés desde hace siete años a jóvenes y niños de los
asentamientos más pobres de la delegación Álvaro Obregón, muy cerca
de la zona comercial de Santa Fe.
Con la primera generación lista para
ser evaluada, las hermanas Castro acudieron a la embajada de
Estados Unidos para buscar el respaldo de la representación
diplomática en la enseñanza del idioma y lo lograron.
"La embajada nos condicionó el apoyo
a cambio de obtener buenos resultados en las evaluaciones",
recuerda Ivonne.
Así, ocho jóvenes de entre 14 y 17
años de edad acreditaron sus estudios y fueron, para Karina, los
responsables de que el proyecto se mantuviera, tras considerar por
algún momento suspender la iniciativa por carga de
trabajo.
Tiempo después, las hermanas
acudieron al Consejo Británico para estudiar una maestría en la
enseñanza del idioma, sin pensar que esta organización respaldaría
meses después el sistema de aprendizaje que utilizan en
Quest.
Un modelo
diferente
De acuerdo con Karina, durante las
inspecciones que el Consejo Británico realizó a la escuela
descubrieron que aplicaban el modelo de inteligencias
múltiples.
"No sólo es una escuela de idiomas,
sino un lugar que ve por las habilidades del ser humano. Todo surge
por la zona en que estamos", explica Ivonne y apunta:
"Nos basamos en no enseñar inglés,
sino en trabajar en aspectos emocionales, afectivos, de comodidad
-con el horario-, siempre dirigido a las estrategias de
inteligencias múltiples pero de forma intuitiva.
"A diferencia de un segmento de la
población que tiene la posibilidad de viajar para aprender idiomas,
aquí se realiza un campamento y rally en verano para aterrizar los
conocimientos", añade Ivonne Castro.
El modelo está diseñado para
aprender inglés internacional en seis bloques de tres niveles cada
uno. El nivel dura siete semanas y cuesta 870 pesos.
Además, está basado en el marco de
referencia europea, en el que se cubren competencias, y no una
calificación para avanzar, y se estimulan las cuatro destrezas
lingüísticas: escuchar, hablar, leer y escribir.
Las directoras de la escuela, que
también enseña español a extranjeros y aplica el examen TOEFL,
tienen entre sus planes la expansión de su concepto de
enseñanza.
Este mismo mes inaugurarán el
segundo plantel de la institución en la ciudad de México y evalúan,
para el mediano plazo, la apertura de franquicias en Mérida y
Michoacán.
Fuente: Humberto Niño de
Haro/ El Universal/ Jueves 17 de mayo de
2007