Luego de practicar deporte durante
más de 20 años y de lograr una comida balanceada, Rubén Jiménez,
decidió emprender un negocio en el que tuviera la oportunidad de
acercar a la gente menús nutritivos, saludables y a bajo
costo.
Su experiencia sobre la combinación
de vitaminas, proteínas y grasas han sido el marco para el
crecimiento de Vitality, un concepto de cafetería–restaurante que
invita a una alimentación balanceada sin llegar a las
dietas.
Ubicado en un centro comercial de la
zona norte de la ciudad, frente a las Torres de Satélite, Vitality
oferta desde hace tres años alimentos balanceados con productos
orgánicos, así los amantes del deporte y enemigos de las grasas
pueden disfrutar de chilaquiles bajos en calorías, al igual que hot
cakes integrales con proteínas.
“En Vitality buscamos que la gente
coma sanamente. Nuestros productos son nutricionalmente
balanceados, son preparados a base de aceites naturales, además de
que las verduras y frutas son frescas... y no utilizamos microondas
para hornear ni calentar nuestros platillos”, relata
Jiménez.
Al principio, recuerda el joven
emprendedor, el local donde nació Vitality con una inversión de
medio millón de pesos, no parecía el mejor ubicado, pues la plaza
comercial no oferta zonas de entretenimiento al que acudieran
potenciales clientes, solo se encontraba Sportword, un gimnasio en
el que sus clientes veían con agrado los menús bajos en
calorías.
“Hace tres años nuestro grupo de
clientes era muy reducido, por lo que nuestra planta de empleados
también lo era, en total sumábamos siete trabajadores. Ahora el
negocio ha crecido y son once empleados los que se encargan de
servir a los comensales”, detalla Rubén.
Pese al crecimiento de Vitality,
casi un 300% anual, y a la diversificación de sus platillos y
menús, el empresario reconoce que aún les falta crecer en la parte
administrativa y operativa.
“Estamos iniciando un proyecto para
crecer el negocio y hemos analizado varias opciones de
instituciones que apoyan a los pequeños y medianos empresarios.
Necesitamos crecer en la parte administrativa así como invertir en
el área tecnológica pero antes debemos capitalizarnos
más”.
Durante estos años, el negocio ha
logrado acreditarse pues además de mantener a los clientes del
Sportword, ahora nuevos comensales se han sumado a esta propuesta
de comida saludable, en especial a los especiales de día, el
platillo más solicitado en Vitality.
“Entre el menú hemos logrado
posicionar los especiales del día, que son como las comidas
corridas de cualquier fonda pero el de nosotros es más completo y
nutritivo. Lo que hemos visto es que el bajo costo del especial, 50
pesos, es lo que ha atraído a más comensales. Al principio
colocábamos siete especial al día, y ahora suman más de
cuarenta”.
En este sentido, Rubén destaca que
el éxito de este concepto de cafetería – restaurante ha sido tal
que entre los planes se encuentra la propuesta de franquiciar
Vitality, pues cuentan con el respaldo de ventas que han superado
mes con mes.
“Al inicio contábamos con ventas
mensuales de 48 mil pesos y ahora estamos cerca de los 200 mil
pesos”, detalla.
Pero antes de que Vitality se
aventure en el concepto de franquicias, Rubén desea concretar otros
planes, como el de contar con un local más grande dentro de la
plaza comercial, además de emprender otras tiendas en diversos
puntos de la ciudad.
“El primer paso ya lo dimos,
Vitality es un negocio que ya ha logrado acreditación, ahora
estamos planeando hornear nuestro propio pan, además de crecer en
la carta de postres y en la venta de productos orgánicos, pues
hasta el momento solo han incursionado en temas como el café y
leche de soya”.
Finalmente, Rubén destaca que tienen
bien claro que su negocio es una buena propuesta de lo que es comer
bien, rico y a un precio accesible.
Maribel Gutiérrez/El Universal/Lunes
22 de octubre de 2007