Fue un negocio exitoso, de un día
para otro sus puertas cerraron y no volvieron a abrir por algunos
años. De un momento a otro, la cadena renace y todos se preguntan
de la mano de quién.
Los actuales propietarios de la
franquicia nos explican que todo comenzó cuando en el 2000 se
enteraron de que la compañía que manejaba Wendy’s vendía la
franquicia. Ahí empieza el proceso de averiguar sobre este negocio.
Hasta que Frank Elías Rainieri, Fernando Rainieri y Antonio Yapor,
contactaron a la matriz de Wendy’s para asegurarle el respaldo que
tenían para trabajar la franquicia en República Dominicana. Este
proceso duró más de un año, hasta que por fin los citaron a una
reunión con todo el Senior Management de Wendy’s
International.
“Debimos demostrar capacidad,
experiencia y, por obligación, tener a uno de los accionistas
involucrado en el manejo diario”, señala Fernando Rainieri. También
les exigieron un plan de desarrollo de la franquicia a 5 años y
llevar a los gerentes a un entrenamiento de 3-6 meses fuera. El
resultado está a la vista, obtuvieron la aprobación. Nos explica
que las franquicias trabajan con base en contratos, por lo que si
un franquiciado no cumple con los parámetros exigidos, pueden
quitársela y darla a otros o manejarla ellos mismos, puesto que la
cadena no puede darse el lujo de perder mercado.
La inversión de los socios
dominicanos fue de US$30,000 por tienda que la franquicia cobra,
más los costos de los equipos, entrenamientos y construcción, que
varían si es en un food court o si es “stand alone” con drive-thru.
Las diferencias son gigantescas, aclara Rainieri.
Los resultados en el primer mes de
operación fueron increíbles, bastaba ver las largas filas de
clientes. Y para ello no tuvieron que invertir en ninguna
publicidad externa al local. Es que era toda una novedad.
Afortunadamente la situación no ha cambiado, ya no hay filas de 1 y
2 horas, pero los consumidores se han familiarizado con el menú, lo
que ha resultado en transacciones mas promediadas. Rainieri señala
que en los próximos meses esperan aumentar las transacciones a
medida que introducen nuevos productos, los cuales darán a conocer
a través de pequeñas campañas publicitarias, que permitirán además
lograr un mayor posicionamiento de la marca.
Entre las dos sucursales actuales
suman cerca de 80 empleados, los que trabajan bajo la estrategia
mercadológica de demostrar al cliente la calidad, variedad y sabor
de sus productos. También, asegura Rainieri, proporcionan al
cliente opciones de comida que los separan de la competencia.
Señala que enfocarán sus esfuerzos publicitarios hacia la calidad y
frescura de sus alimentos.
MERCADOMEDIANETWORK/ 01 DE OCTUBRE DE
2007