El crecimiento explosivo de las
franquicias fue uno de los fenómenos más llamativos durante la
última crisis económica. Es que el formato resultó entonces
particularmente atractivo para quienes habían perdido su empleo y
contaban con ahorros propios, ayuda familiar o los recursos
provenientes de una indemnización como para incursionar en un
negocio que les garantizaba trabajar con una marca reconocida en el
mercado y con el asesoramiento de empresas de probado éxito en la
actividad. A ellos se sumaron los inversionistas temerosos de dejar
su dinero en los bancos e interesados en obtener una rentabilidad
relativamente segura. El formato ofrece, además, la ventaja de que
no se requiere una prolongada experiencia en un rubro en
particular, porque, justamente, el know how es un ingrediente que
se adquiere junto con el paquete del franquiciante.
¿Cuál es el panorama actual de esta
modalidad de negocios, superada la crisis y en medio de un ciclo de
notable crecimiento? La edición de la revista Pymes, que desde hoy
se encuentra en los kioscos, aborda este interrogante a través un
informe sobre la evolución y el estado actual del franchising en la
Argentina. Allí se advierte que el auge económico ha contribuido a
moderar la expansión de las franquicias, que, sin embargo,
continúan mostrando un cuadro de solidez.
El año pasado, el sistema sumó
ventas por $ 8.400 millones, a través de 400 marcas presentes en
16.000 locales de todo el país. Su crecimiento con respecto a las
cifras de 2005 se sitúa en algo menos del 7%, un índice modesto en
comparación con los años del boom del formato. Los expertos apuntan
que esta moderación se explica por el mejoramiento del cuadro
laboral en el país y por la reorientación del interés de los
inversionistas hacia alternativas que vienen mostrando mayores
tasas de rendimiento, como la compraventa de inmuebles.
Fuente: NEGOCIOS &
MERCADOS : NUEVA EDICION DE LA REVISTA PYMES DE CLARIN/Lunes 07 de
Mayo de 2007.