Las empresas de calzado no
necesitan ayuda para sobrevivir en tiempos de crisis, necesitan
poder afrontar con éxito su proceso de adaptación y de cambio,
requiriendo importantes apoyos para la mejora y superación que
deben realizar permanentemente.
La industria
del calzado es sin lugar a dudas una de las más competidas
internacionalmente. Los cambios que constantemente experimenta,
provocan que los jugadores mundiales más importantes sean
frecuentemente sustituidos por competidores nuevos mejor preparados
o con mano de obra más barata. Para muchos esta industria continúa
siendo un magnífico negocio, aún siendo una industria tradicional
intensiva en mano de obra.
Los cambios
más importantes se han dado en términos de distribución geográfica,
tecnología y calidad. Los países que a mediados del siglo pasado
eran productores tradicionales como Argentina, Francia, Reino Unido
y Estados Unidos perdieron su liderazgo. En los 70 Brasil,
Indonesia y Portugal adquirieron relevancia, mientras que en los 80
se produjo una nueva ola de inversiones hacia China, India y
Vietnam, que se transformaron en los productores
principales.
En los
últimos años, 76.8% de las transacciones totales de calzado estuvo
en manos de 10 exportadores: China, Italia, Hong Kong, España,
Vietnam, Alemania, Bélgica, Portugal, Brasil e Indonesia. México
ocupa actualmente la posición número 21 como exportador
mundial.
Lo anterior
nos permite ver que la industria del calzado sigue teniendo futuro
en ésta época de globalización y sigue mereciendo una política
industrial activa que cree un marco de condiciones para que las
empresas ganen en competitividad y rentabilidad.
Las empresas
de calzado no necesitan ayuda para sobrevivir en tiempos de crisis,
necesitan poder afrontar con éxito su proceso de adaptación y de
cambio, requiriendo importantes apoyos para los esfuerzos de mejora
y superación que deben realizar permanentemente.
La
transformación ocurrida en Guanajuato es una clara muestra de cómo
una adecuada política de apoyo al sector puede permitir recuperar
la competitividad perdida. Toca el turno a San Mateo Atenco, el
Gobierno de Enrique Peña Nieto decidió acertadamente aplicar un
programa de innovación y reconversión productiva para las mipymes
del lugar, con apoyos federales, estatales y municipales y el
soporte técnico especializado del CIATEC y el Tecnológico de
Monterrey.
Atinadamente
las autoridades le apuestan a un programa integral que fomente la
empresarialidad y considere calidad del producto, moda, diseño,
marca, mejora de la producción, marketing, formación profesional,
distribución comercial, logística y formación de empresas
integradoras. Ello permitirá la construcción de un sector dinámico,
rentable y en expansión.
*Director Ejecutivo del Instituto para la Innovación Competitividad
y Desarrollo Empresarial del Tecnológico de Monterrey.