Para
los capitalinos fueron semanas de pesadilla, pero para Francisco
Pérez y Karen García, creadores de Kaffénetto, el "plantón de
Reforma" fue el empujón definitivo para su negocio.
Bastó
con arrancar el motor para hallar clientes ansiosos por tomar un
buen café de Coatepec. "Fue muy buen tiempo para nosotros", relata
Pérez.
Kaffénetto es una pequeña cafetería
móvil que factura alrededor de 35,000 pesos mensuales y genera
ganancias netas de entre 15,000 y 25,000 pesos.
Tal
vez el concepto de “entrega a domicilio” no suena novedoso, pero
Kaffénetto lo llevó a un nuevo plano, al trasladar la cafetería
entera y preparar los pedidos al momento de la entrega.
"Nada
de café frío ni capuchinos sin espuma", indica Pérez, quien en 2006
operó bajo la marca Café Urbano.
La
cafetería es un pequeño carro motorizado de 1.20 metros de ancho,
con una cabina que guarda todo para tomar el desayuno: jugos,
cocteles de fruta, baguettes, paninos, sándwiches, donas, muffins,
golosinas y café en todas las presentaciones imaginables, con un
horario de 8 a 17 horas, de lunes a viernes.
A
partir de marzo, la nueva flotilla de Kaffénetto estará en Santa Fe
y otras zonas industriales y empresariales.
"Es un
negocio noble. Siete de cada 10 capitalinos tomamos café y el DF
tiene zonas con muchas oficinas y ni una cafetería", afirma
Peréz.
La
franquicia cuesta de 190,000 a 210,000 pesos, más 1,500 pesos
mensuales por supervisión y 25,000 por uso y derechos de
marca.
Francisco y Karen entregan el
vehículo rotulado, equipado con cafetera, horno eléctrico, vitrina
para alimentos, fuente de energía, insumos y permisos para empezar
a trabajar de inmediato. El retorno de inversión va de siete meses
a un año.
Por Georgina Navarrete
Publicado: 07:00 20 de febrero de 2007